Introducción.
La infografía titulada PLE para maestros y alumnos nos presenta un panorama sobre cómo diseñar, organizar y aprovechar al máximo un Entorno Personal de Aprendizaje (PLE, por sus siglas en inglés). Estos entornos se basan en la idea de que cada persona, ya sea maestro o alumno, puede seleccionar herramientas, recursos y estrategias que le permitan aprender de manera personalizada. En este artículo, exploraremos la relevancia educativa del PLE, sus beneficios basados en la psicología cognitivo-conductual y las categorías propuestas por Posadas Prieto (2012) para estructurarlos de forma efectiva.
¿Qué es un PLE y por qué es importante?
Un PLE se refiere al conjunto de aplicaciones, recursos y estrategias que un individuo selecciona y maneja para aprender de forma autónoma, tanto en entornos formales como informales (Dabbagh & Kitsantas, 2015). Esta visión coloca al estudiante como protagonista de su proceso, haciéndolo responsable de la búsqueda de información, la organización de contenidos y la colaboración en línea. Para los docentes, el PLE implica un cambio en su rol: de transmisores de conocimiento a facilitadores del aprendizaje.
Desde la perspectiva de la psicología cognitivo-conductual, un PLE fomenta habilidades de autorregulación y la aplicación de refuerzos positivos que motivan la continuidad en el aprendizaje (Alvarez, Guasch, & Espasa, 2017). Además, estimula la participación activa, el establecimiento de metas y la evaluación continua del progreso académico.
Las categorías de Posadas Prieto (2012) para estructurar un PLE
De acuerdo con Posadas Prieto (2012), para conformar un PLE de manera sólida y eficiente, se pueden considerar las siguientes categorías:
- Herramientas de acceso y búsqueda de la información
- Agrupa aquellas plataformas y aplicaciones que permiten localizar y filtrar la información relevante para nuestras metas de aprendizaje.
- Ejemplos: Google Scholar, Feedly, YouTube, bibliotecas virtuales o bases de datos académicas.
- Herramientas de organización y gestión de la información
- Incluye sistemas y métodos para almacenar, clasificar y recuperar contenidos de manera efectiva.
- Ejemplos: Google Drive, Dropbox, Notion, marcadores sociales como Diigo, o gestores de referencias como Zotero.
- Herramientas de comunicación y colaboración
- Engloba aquellos espacios y recursos destinados a intercambiar ideas, trabajar en equipo y construir conocimiento colectivo.
- Ejemplos: grupos en Facebook, foros en Moodle, Discord, Microsoft Teams y Zoom.
- Herramientas de creación y publicación de contenidos
- Se refiere a los instrumentos empleados para diseñar y compartir productos originales (texto, audio, video, presentaciones, infografías).
- Ejemplos: Canva, Genially, Prezi, blogs y wikis.
- Herramientas de reflexión y evaluación
- Facilitan la autorreflexión y la autoevaluación sobre el proceso de aprendizaje, permitiendo ajustar estrategias y objetivos.
- Ejemplos: diarios de aprendizaje en Evernote, mapas mentales en Coggle, rúbricas digitales en Moodle o evaluaciones rápidas con Google Forms.
- Herramientas de identidad y desarrollo personal
- Ayudan a gestionar la presencia en línea, mostrar logros, generar reputación digital y desarrollar una identidad que refleje la trayectoria académica y profesional.
- Ejemplos: LinkedIn, About.me o portafolios digitales en plataformas como Mahara.
Beneficios para docentes y alumnos
- Autonomía y autorregulación: Al estructurar los PLE con las categorías propuestas, se promueve la capacidad de planificar, organizar y evaluar el proceso de estudio de forma consciente y personalizada.
- Personalización del aprendizaje: Cada usuario elige las herramientas y métodos en función de su estilo cognitivo e intereses específicos, aumentando la motivación y el compromiso con las actividades formativas.
- Fortalecimiento de competencias digitales: El dominio de diversas plataformas y redes sociales fomenta habilidades cruciales en la sociedad contemporánea y en el mercado laboral.
- Aprendizaje significativo: El proceso de buscar, crear, colaborar y reflexionar de manera sistemática propicia una comprensión más profunda y una retención a largo plazo (Salinas, 2016).
Estrategias de implementación basadas en la psicología cognitivo-conductual
- Establecimiento de objetivos claros
- Definir metas a corto y largo plazo, enfocadas en competencias concretas. Por ejemplo, “Dominar el uso de Trello para la gestión de proyectos” o “Mejorar la habilidad para sintetizar información en infografías”.
- Llevar un registro de progreso y logros en tableros de seguimiento (Asana o Microsoft Planner) para mantener la motivación alta.
- Refuerzo positivo y autorrecompensas
- Programar pausas activas y reconocer el avance logrado. En entornos virtuales, otorgar insignias o trofeos digitales tras completar actividades o proyectos.
- Crear un ambiente de apoyo entre pares, donde se celebre el crecimiento y se fomente la constancia.
- Retroalimentación continua
- Participar en foros de discusión o grupos de chat para recibir comentarios y resolver dudas colectivamente.
- Hacer uso de herramientas como Kahoot o Quizizz para autoevaluarse de manera lúdica y obtener retroalimentación inmediata.
- Gestión y organización del tiempo
- Adoptar rutinas de estudio y utilizar técnicas como la pomodoro para reducir la procrastinación.
- Aplicaciones como Forest o Focus To-Do permiten mantener la concentración y organizar las pausas.
Ejemplos prácticos de PLE en acción
- Docentes de educación básica: Pueden recopilar y organizar sus planes de clase en Google Drive, mientras utilizan Moodle o Teams para la comunicación con estudiantes y la retroalimentación.
- Estudiantes universitarios: Gestionan la información en Notion, debaten en foros institucionales y crear contenido en Prezi para exposiciones colaborativas.
- Profesionales en formación continua: Emplean LinkedIn para fortalecer su identidad digital y contacto con expertos, al mismo tiempo que participan en cursos virtuales y comunidades de práctica en Discord.
Conclusiones
Los Entornos Personales de Aprendizaje constituyen un enfoque esencial para promover la autonomía y la colaboración en cualquier nivel educativo. Las categorías planteadas por Posadas Prieto (2012) ofrecen una guía práctica para integrar las herramientas digitales y las estrategias necesarias para un aprendizaje significativo.
Desde la perspectiva de la psicología cognitivo-conductual, los PLE permiten que cada individuo autorregule su aprendizaje y aplique técnicas de refuerzo positivo, fijación de metas y evaluación constante. De este modo, tanto docentes como alumnos pueden transformar el proceso educativo en una experiencia personalizada, creativa y efectiva, fortaleciendo las competencias digitales y fomentando una cultura de aprendizaje continuo.
Bibliografía
- Alvarez, I., Guasch, T., & Espasa, A. (2017). University Teacher Roles and Competences in Online Learning Environments: A Theoretical Analysis of Teaching and Learning Practices. European Journal of Teacher Education, 40(3), 373–383.
- Dabbagh, N., & Kitsantas, A. (2015). Personal Learning Environments, social media, and self-regulated learning: A natural formula for connecting formal and informal learning. The Internet and Higher Education, 23, 59-70.
- Posadas Prieto, S. (2012). Los Entornos Personales de Aprendizaje en la Educación Superior. Revista de Innovación Educativa, 10(2), 45-62.
- Salinas, J. (2016). Innovación educativa y uso de las TIC. RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 19(1), 25-41.
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